Místicamente la Diosa fue conceptuada en la remota antigüedad como un gigantesco árbol cósmico, donde se unen todas las realidades. Tanto el pasado como el futuro, tanto el subconsciente como el supraconsciente, tanto la vida como la muerte, la materia y el espíritu.
La diosa como Árbol Cósmico es el Axis Mundi, el Eje del Mundo, en torno al que giran todas las realidades de espacio y tiempo.
Se la ha llamado también el Árbol de la Vida, ese que el dios patriarcal bíblico temía hallaran Adán y Eva después de haber probado el fruto del árbol del Bien y el Mal que les despertó a la primera estadía de la conciencia.
El Árbol Diosa era así la Madre del Universo, la Madre Árbol, que posteriormente se transformó en columna sagrada en torno a la cual se levantaron templos de piedra.
Ese Árbol Diosa era dador de todos los frutos de bienaventuranza: nutrición, conocimiento, conciencia, alquimia, eternidad ...
La diosa como Árbol Cósmico es el Axis Mundi, el Eje del Mundo, en torno al que giran todas las realidades de espacio y tiempo.
Se la ha llamado también el Árbol de la Vida, ese que el dios patriarcal bíblico temía hallaran Adán y Eva después de haber probado el fruto del árbol del Bien y el Mal que les despertó a la primera estadía de la conciencia.
El Árbol Diosa era así la Madre del Universo, la Madre Árbol, que posteriormente se transformó en columna sagrada en torno a la cual se levantaron templos de piedra.
Ese Árbol Diosa era dador de todos los frutos de bienaventuranza: nutrición, conocimiento, conciencia, alquimia, eternidad ...
El Árbol Cósmico simboliza tanto a la creación como al ente creador, que en esencia son uno. E igualmente el Árbol sagrado será la puerta de entrada a la iniciación y transformación del ser humano desde el estado de conciencia ordinaria al estado de conciencia despierta.
Los antiguos poseían bosques sagrados donde encontrarse con la divinidad, pero cuando llegaron los dioses patriarcales esos milenarios bosques fueron destruidos.
El ser humano actual ha perdido al árbol como elemento místico y también como compañero de vida. Ya nadie mantiene la capacidad de ver a la Diosa en un Árbol Sagrado, ya nadie presiente y concibe al Árbol Cósmico que engloba y despliega toda la creación. Cada galaxia es una hoja de ese Árbol en un determinado nivel de espacio-tiempo. Pero ese Árbol posee infinitos niveles visibles e invisibles, donde se guardan todos los espacio-tiempos.
Viajar por el interior del Árbol de la Diosa es acceder a los mundos ocultos, a las realidades inaccesibles por la conciencia ordinaria. Las Raíces de ese Árbol nos permiten introducirnos en la tierra más profunda, en los secretos del mundo material, en las cavernas del subconsciente. E igualmente ese Árbol a través de sus Ramas nos posibilita viajar a los reinos del espíritu, a los reinos de la luz. Y descubrir que todos esos niveles y reinos, celestes y terrenos, son uno en la Diosa. No son realidades opuestas sino una única realidad que nosotros percibimos dividida y enfrentada.
El ser humano actual ha perdido al árbol como elemento místico y también como compañero de vida. Ya nadie mantiene la capacidad de ver a la Diosa en un Árbol Sagrado, ya nadie presiente y concibe al Árbol Cósmico que engloba y despliega toda la creación. Cada galaxia es una hoja de ese Árbol en un determinado nivel de espacio-tiempo. Pero ese Árbol posee infinitos niveles visibles e invisibles, donde se guardan todos los espacio-tiempos.
Viajar por el interior del Árbol de la Diosa es acceder a los mundos ocultos, a las realidades inaccesibles por la conciencia ordinaria. Las Raíces de ese Árbol nos permiten introducirnos en la tierra más profunda, en los secretos del mundo material, en las cavernas del subconsciente. E igualmente ese Árbol a través de sus Ramas nos posibilita viajar a los reinos del espíritu, a los reinos de la luz. Y descubrir que todos esos niveles y reinos, celestes y terrenos, son uno en la Diosa. No son realidades opuestas sino una única realidad que nosotros percibimos dividida y enfrentada.
¡Hola!:
ResponderEliminarEste comentario no tiene nada que ver con el artículo, o quizá sí..., ¡lo siento si no tiene nada que ver, pero es que tenía que escribirte!
No sé por qué, pero tengo que contarte una cosa que me ocurrió para que, si qieres y puedes, me ayudes...
Bueno, primero me presento: Soy Aina, tengo diecinueve años y vivo en el sur de España, en Andalucía, cerquita de África... Soy ciega de nacimiento, te comento esto porque será un detalle importante en lo que te voy a contar, pues siempre he tenido una gran sensibilidad y conexión con la Tierra, los diferentes reinos de elementales y el Universo.
Gracias a varios cambios en mi vida, tuve una gran elevación espiritual durante estos seis meses pasados, y por esto supe que soy un hada encarnada, que vengo a ayudar a la Tierra y a los seres que habitan en ella. Y lo mejor de todo viene ahorita...: Hace dos o tres meses tuve una visión en la que se me aparecía un chamán joven, de unos veinte años, con el pelo negro y lacio hasta los hombros, e era lo que más destacaba, su melena. Este chamán me decía que es mi alma gemela y que cuando le necesitara estaría allí; yo le pregunté quién era, pero no me contestó, solo me dijo eso, ¡pero fue tan bonito...! Su energía es muy suave y bonita, siempre me da mucha calma, porque en algunas ocasiones la siento, solo durante algunos segundos, pero sé que está ahí... Bueno, volviendo a la visión, le pregunté a mis guías que si era de verdad mi alma gemela, y me dijeron que sí, pero que todavía no estábamos preparados para encontrarnos...
Yo la verdad es que me quedé muy intrigada por todo esto y se lo conté a mi maestro de Reiki, que ha estado con chamanes en Méjico y le pregunté que si podía haber chamanes tan jóvenes, y me dijo que sí, que incluso había niños de cinco o seis años que ya mostraban aptitudes para ser chamanes... A raíz de que yo hablara con esta persona, me fue viniendo información: Este chamán vive en una cabaña en un sitio que parece selva, creo que vive apartado de los demás, respeta la tradición chamánica de su linaje pero piensa que hay algunas cosas que quizá puedan cambiar, y, efectivamente, vive en Méjico. Lo hablamos mi maestro de Reiki y yo, y pensamos que quizá podía ser en Chiapas: Busqué el término en Wikipedia y me salieron los municipios del estado; me vibró muy fuerte uno que se llama Mazatán y lo miré, pero vi que había dos pueblos que se llaman así: Uno que es el de Chiapas y otro que está en Sonora. Se lo dije a mi maestro de Reiki, que como ves es mi ayudante en todo esto jeje, y le dije también el significado que tiene el nombre de estos dos pueblos, lo que salía en Wikipedia: "Lugar de venados", pero él me dijo que había otro pueblo que se llama Mazatlan, al que él quiso ir cuando estuvo la última vez en México pero no pudo. Este es tu pueblo, ¿no?
Ahora estoy un poco confundida y no sé dónde podrá estar, ¡están tan alejados unos de otros los tres pueblos...! Yo sé que mi chamán está moviendo los hilos en el plano espiritual para que nos encontremos -me vino que nos vamos a encontrar en los primeros seis meses de este año-, así que yo no quiero estar pasiva y estoy haciendo todo lo que puedo en lo físico...
Así que si te sirve de algo lo poco que sé de él, y conoces a alguien así por la zona donde vives..., te rogaría que me lo hicieses saber. Mi correo electrónico es:
ainafernandez44@gmail.com
¡Bendiciones!